¿Alguna vez te detuviste a observar las flores de tu jardín durante el verano? ¿No has notado esa adoración por las flores que muestran las abejas? Siempre rodeando a las flores y cumpliendo el cometido de las plantas con flor; polinizarlas (transportar el polen de unas a otras).
Las que ‘aman las flores’
¿Cómo saben dónde ir a buscar las flores? ¿Cómo hacen para organizarse? ¿Quién es obrera o reina? ¿Qué pasa con ellas cuando hace frío? ¿Enferman? Todas estas son preguntas que intentan contestar los biólogos entomólogos.
Ahora, ¿qué se sabe de ellas? Las abejas son animales invertebrados que pertenecen al orden Hymenoptera, un gran grupo de insectos que incluye hormigas, abejas, avispas y abejorros.
Se encuentran en todos los hábitats donde hay plantas con flor, excepto en la Antártida. Hay registradas más de 20 400 especies y se piensa que hay muchas más sin identificar.
Se suele pensar a las abejas como un ejemplo de insectos sociales, por formar enjambres integrados por tres clases de individuos: reina, obreras y zánganos. Sin embargo, la mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, no forman enjambres y tampoco producen miel. Exploremos un caso de este tipo: la abeja carpintera.
La ‘carpintera’
Pertenece al género Xylocopa que incluye a más de 400 especies. Las abejas carpinteras se parecen a los abejorros, pero nada que ver. La superficie superior de su abdomen no tiene pelos y pueden ser de color negro brillante; los abejorros, en cambio, son en su mayoría insectos sociales y además tienen un abdomen peludo y con al menos algunas marcas amarillas.
Pese a su nombre, no son xilófagos (que se alimentan de madera) sino que se alimentan de polen y néctar. La mayoría anidan haciendo túneles en las maderas blandas de árboles o construcciones humanas. Pasan el invierno como adultos dentro de los túneles de madera abandonadas y salen en primavera.
Después de aparearse, las hembras excavan túneles en la madera y ponen sus huevos dentro de una serie de pequeñas celdas las cuales aprovisionan con una bola de polen y néctar de la que se alimentarán las larvas, quienes emergerán como adultos a finales de verano (dibujo de arriba).
Los orificios de entrada de los túneles son perfectamente redondos (foto de la izquierda) y suele evidenciar su presencia en la madera, el aserrín grueso recién cortada que suele estar presente por debajo del orificio de entrada. También se suelen apreciar los sonidos de madriguera en el interior de la madera.
Los lugares de anidación más comunes son los aleros de ventanas y techos, revestimientos y cubiertas, o muebles exteriores de las casas. En algunas localidades son consideradas como plaga ya que la extensión del daño de la madera para sus nidos puede ser considerable.
Si ves que tienes abejas grandes, que se confunden con abejorros, revoloteando por los aleros de madera de tu casa … quizás… ¡tienes abejas carpinteas!
Bibliografía consultada:
-Entomological notes. Penn State. web
-Roskov Y., Kunze T., Paglinawan L., Orrell T., Nicolson D., Culham A., Bailly N., Kirk P., Bourgoin T., Baillargeon G., Hernandez F., De Wever A., eds (2013). Species 2000 & ITIS Catalogue of Life, 2013 Annual Checklist.
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