Cuando se trata de identificar personas que han muerto hace mucho tiempo, cuyos restos se encuentran en mal estado o no se cuenta con información de los padres se recurre al ADN mitocondrial.
En el citoplasma de todas nuestras células, excepto en los glóbulos rojos maduros, se encuentran las mitocondrias. Éstas se parecen a microscópicos maníes en los cuales se produce energía y en los que hay un cromosoma circular de un tamaño ocho mil veces menor que un cromosoma nuclear promedio. El ADN mitocondrial se pasa exclusivamente de madre a hijos y por eso se dice que tiene herencia materna.
El ADN mitocondrial proviene únicamente de la madre porque en el momento de la fecundación sólo el núcleo del espermatozoide logra penetrar en el óvulo, mientras que éste aporta al cigoto su núcleo y citoplasma, el cual lleva mitocondrias con su respectivo material genético. Ese cigoto sufrirá sucesivas mitosis para crecer y desarrollarse, es decir que cada célula dará dos células hijas idénticas a ella. Como la célula original lleva las mitocondrias de la madre, una copia de éstas pasarán a todas las células nuevas y así el ADN mitocondrial pasará de generación en generación a través de las mujeres de la familia aunque lo recibirán todos sus hijos, tanto mujeres como varones.
Es importante destacar que el estudio del ADN mitocondrial puede vincular a un nieto/a con su abuela materna, sin contar con información de su madre o analizar pequeñas muestras de dientes, cabellos o huesos aunque éstos sean muy viejos. Por este motivo se usa frecuentemente para determinar relaciones familiares como hermandad y abuelidad o para identificar restos humanos antiguos.
El ADN nuclear es de copia única (hay un solo núcleo por célula), por lo cual está más expuesto al deterioro por causas ambientales, mientras que por cada célula existen miles de mitocondrias y cada una de ellas puede tener hasta cinco copias de su ADN. Por eso es más factible conseguir ADN en buen estado para realizar estudios de parentesco.
El análisis se realiza en dos regiones del ADN mitocondrial que no codifican para ninguna proteína y que se caracterizan por tener un gran polimorfismo, es decir que varían mucho entre individuos no emparentados y de linajes maternos diferentes. A las muestras de dos individuos se les determina el orden exacto de nucleótidos de esas dos regiones (secuenciación); si éstas no difieren entre sí, los individuos provienen del mismo linaje materno.
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Casos en los que el ADN mitocondrial ha permitido identificar personas
Un famoso caso en el que se usó el análisis de ADN mitocondrial, es el de la identificación de los restos de Cristóbal Colón. Mucho se especuló sobre el lugar donde se encontraban los restos del navegante, si enterrados en la Catedral de Sevilla (España) o en Santo Domingo (República Dominicana). Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada confirmó, el día en que se cumplían 500 años de su muerte, que los huesos que están en Sevilla son de Colón. El ADN mitocondrial de los restos depositados en la catedral fue comparado con el de Diego Colón, hermano menor que lo acompañó en su segundo viaje a América, y la coincidencia fue absoluta. Para dirimir la disputa, los investigadores deberían estudiar los huesos que están en República Dominicana, porque se sospecha que también pueden ser del almirante, ya que en Sevilla no está el esqueleto completo.
En Argentina, los análisis de ADN mitocondrial permitieron a muchos jóvenes encontrar a sus abuelos biológicos luego que la dictadura militar hiciera desaparecer a sus progenitores. En España, muchas víctimas del franquismo fueron identificadas de manera similar.
Para ver cómo se usa el ADN en análisis forenses, pincha aquí para ver el video.
Bibliografía consultada:
-Bernath, V. (2007) La Identidad. Historias Reales del ADN. Bs. As., Ed. Planeta. 234 pág.
-Lorente Acosta, J.A. (2006) Identificación genética de los restos de Cristóbal Colón. Revista Profesiones marzo-abril 2006: 64-65
-Malacarne, F. (2004) ¡Qué Buena IDEA! Biotecnología para los más Jóvenes. Caracas, Ed. IDEA.78 pág.
Fuente de las figuras:
-Recurso online del Laboratorio de Genética Forense y Genética de Poblaciones de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
-University of California Museum of Paleontology’s Understanding Evolution.
Muy buen artículo. Me enamora. Felicidades y a seguir así! 😀
Maravilloso artículo de divulgación. Buena forma de acercar la ciencia a las personas con ciertas inquietudes