[well_tb]Noticia destacada de la semana tomada de SINC 24/06/2014 [/well_tb]
El microbioma de cada persona viaja en su smartphone. Un estudio de la Universidad de Oregón (EE UU) analizó los microbios de los dedos pulgar e índice de 17 individuos y los comparó con los que había en las pantallas de sus teléfonos. Hallaron las bacterias más comunes en humanos: Estreptococos, Estafilococos y Corynebacterium con una coincidencia microbiana entre los usuarios y sus dispositivos del 82%.
Los smartphones reflejan el mundo microbiano de sus propietarios, por lo que podrían ser usados como sensores bacterianos y del estado de salud de los usuarios, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oregón, que se publica hoy en la revista de acceso abierto PeerJ.
Para probar esta conexión biológica entre smartphones y usuarios, los científicos realizaron un experimento en el que secuenciaron los microbios de los dedos pulgar e índice de 17 hombres y mujeres y de las pantallas táctiles de sus teléfonos. Lo que encontraron fue una coincidencia del 82% en las bacterias más comunes entre los usuarios y sus teléfonos.
Las bacterias encontradas fueron las que se hallan de manera ubicua en humanos: Streptococcus, que están normalmente en la boca; y Staphylococcus y Corynebacterium, habituales de la piel.
Curiosamente, dice el estudio, las mujeres resultaron estar más conectadas microbiológicamente con sus teléfonos que los hombres.
Los análisis se centraron en la categorización de las comunidades microbianas completas en lugar de identificar patógenos. Los resultados emergieron de secuencias que representaban más de 7.000 diferentes tipos de bacterias encontradas en las 51 muestras tomadas de los dedos y los teléfonos.
“El tamaño de la muestra fue pequeña, pero, aunque los hallazgos eran intuitivos, resultaron muy reveladores”, señala James Meadow, autor principal e investigador postdoctoral de Biología y Medio Ambiente en la universidad estadounidense.
Vigilancia no invasiva
Según Meadow, “este proyecto ha sido una prueba de concepto para comprobar si las posesiones que más utilizamos tienen un microbioma parecido al nuestro. El objetivo final del experimento es ver la posibilidad de usar los efectos personales para monitorizar de forma no invasiva la salud y nuestro contacto con el medio ambiente”, añade.
Otros usos podrían incluir la tecnología de secuenciación en tiempo real para realizar el seguimiento de los smartphones de los trabajadores sanitarios y de las visitas hospitalarias y evitar que transporten patógenos al interior o exterior de las instalaciones médicas.
Además, destacan los investigadores, los teléfonos están en todas partes y en contacto directo con gran parte del entorno de una persona, por lo que también podrían ser utilizados como herramientas valiosas para el análisis de la exposición a las amenazas biológicas o fuentes inusuales de microbios ambientales que no acaban de integrarse en el microbioma humano.
Los autores creen que en el futuro los smartphones podrán ser usados para estudios microbianos a gran escala. “El siguiente paso será ampliar esta investigación para desarrollar y probar predicciones sobre la propagación de la microbiota entre personas y, sobre todo, en los centros de salud donde las infecciones hospitalarias afectan a uno de cada 20 pacientes.
Fuente: SINC, publicación del día 24/06/14.