Los invertebrados más inteligentes

Capaces de escapar de laberintos, usar señales visuales para diferenciar entornos e incluso capaces de desenroscar frascos para obtener la comida. Esto denota cierta inteligencia, poco frecuente en animales invertebrados...

Tiempo de lectura: 3 minutos

En el anterior post ‘Daltónicos coloridos’ comenté cómo el libro ‘Otras mentes’, de Peter Godfrey-Smith, despertó mi interés por los cefalópodos, cambiando definitivamente mi percepción sobre los pulpos, las sepias y los calamares.

El pulpo junto con las sepia y los calamares forman la clase de cefalópodos modernos. Estos son moluscos invertebrados que se separaron de sus antiguos antepasados, los antiguos cefalópodos, probablemente hace unos 200 millones de años. Los viejos cefalópodos prácticamente se han extinguido; su último y único representante vivo es Nautilus, que tiene el caparazón.

Foto de Nautilus (Créditos: Pat David/Flikr).

Si comparamos la estructura del cuerpo y la forma de vida de los cefalópodos modernos con los del nautilus y otros moluscos, se evidencia cómo estos animales han cambiado dramáticamente a lo largo de la evolución. De carroñeros de movimientos lentos y protegidos por conchas han evolucionado a depredadores ágiles que comparten y compiten con los peces en los mismos entornos. Es evidente que este cambio en el comportamiento a lo largo de la evolución se hizo posible luego del desarrollo de sofisticadas capacidades motoras, sensoriales y cognitivas, como por ejemplo su excelente visión, sus brazos flexibles y altamente eficientes y la capacidad de aprender rápidamente. Para obtener estas capacidades se necesitan sistemas nerviosos especiales, sistemas únicos que existen solo en los cefalópodos modernos.

El cerebro de estos animales está muy bien desarrollado para ser el de un invertebrado. Por ejemplo, el pulpo común (Octopus vulgaris) tiene aproximadamente 500.000.000 neuronas¿es mucho? Para que te des una idea, los caracoles de jardín, por ejemplo, tienen alrededor de 10.000 neuronas.

Mientras que el sistema nervioso de los vertebrados se compone de un gran cerebro central conectado con la médula espinal, en el pulpo, se divide en tres partes; los dos lóbulos ópticos y el resto repartido en los tentáculos. Los dos lóbulos ópticos contienen de 120 a 180 millones de células y el sistema nervioso periférico de los brazos aproximadamente 350 millones de células.

“Cuando trabajas con peces, estos no tienen ni idea que están en un tanque, en un lugar no natural. Con los pulpos es totalmente distinto…Todos sus comportamientos se ven afectados por su conocimiento de la cautividad”

El pulpo ha presentado una significativa encefalización, de tal manera que tiene pocas similitudes con el de otros grupos de moluscos. El sistema nervioso del pulpo es mayor que el de los peces y reptiles, pero menor que el de las aves y los mamíferos.

Foto: Pulpo dentro de una concha (créditos: Daiju Azuma/Flikr).

En el laboratorio, los pulpos pueden aprender a escapar de simples laberintos, usar señales visuales para diferenciar dos entornos para luego tomar la mejor ruta hacia alguna recompensa e incluso pueden abrir frascos a rosca para obtener la comida que está adentro o para salir…

El libro ‘Otras mentes’ tiene varios relatos sobre comportamientos ‘especiales’ de distintos cefalópodos que están en cautividad; roban comida, se escapan por la noche, tiran chorros de agua a las personas, etc. Me impactó la reseña de un investigador que expresa: “Cuando trabajas con peces, estos no tienen ni idea que están en un tanque, en un lugar no natural. Con los pulpos es totalmente distinto…Todos sus comportamientos se ven afectados por su conocimiento de la cautividad”… En este caso, los pulpos de este laboratorio taponaron de forma deliberada las válvulas de escape de los tanques al introducir sus tentáculos en ellas, quizás para aumentar el nivel del agua. Según el libro, esto provocó una tremenda inundación en el laboratorio.

Buscando videos para este post encontré el de un pulpo que aparentemente se escapó de un acuario de Nueva Zelanda en el año 2016. Inky, el pulpo protagonista de esta historia, se lanzó hacia la libertad saliendo de su tanque y deslizándose por un desagüe de 50 metros…

Definitivamente pienso que es mejor encontrarnos con estas preciosas y extrañas criaturas en los fondos marinos. Quién te dice, quizás si te los topas mientras buceas y les extiendes la mano, ellos te imitan y te ‘devuelven el toque’.

Bibliografía consultada

-Nolen, S. 2015. Scary Smart. Journal of the American Veterinary Medical Association. Vol. 247, No. 2, Pages 124-138. https://doi.org/10.2460/javma.247.2.124
-Hochner, Binyamin. Octopuses. Current Biology , Volume 18 , Issue 19 , R897 – R898

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