Leyendo “Darwin viene a la ciudad: la evolución de las especies urbanas”, un curiosísimo ensayo sobre la ‘evolución’ de las especies urbanas, llegué a este caso loquísimo de peces y palomas franceses. No te pierdas lo que viene.
Las especies se encuentran
Albi, una ciudad al sur de Francia, está atravesada por el río Tarn. En el centro de la cuidad, está el Pont Viex que cruza el río y, como en varias ciudades, estas zonas suelen estar plagadas de bandadas de palomas. Es típico verlas a orillas del río acicalándose o bebiendo agua.
Por otro lado, están los peces. Resulta que en los fondos limosos del Tarn viven los siluros (Silurus glanis), unos peces de agua dulce típicos de los ríos de Europa central.
“Un buen día los siluros urbanos de Albi empezaron a hacer lo que ningún otro siluro había hecho antes: emergían del agua, se abalanzaban sobre las palomas que estaban dándose un baño en el río, las atrapaban por las patas y las arrastraban hacia el fondo, donde las tragaban de un bocado”, comenta el biólogo Menno Schilthuizen, autor del ensayo. ¿Cómo te quedas?
Los siluros
Recapitulemos, estos peces suelen alcanzar los 2,5 m de longitud total y pueden pesar más de 100 kg. Presentan una alimentación oportunista, son predadores voraces y agresivos que a lo largo del crecimiento modifican su régimen alimentario. Ya lo creo, en Francia comen palomas.
Además de su cavidad bucal, el siluro presenta órganos sensibles al gusto en otras partes del cuerpo como labios, barbillones, aletas y la piel. La detección de la comida es, esencialmente, realizada por el olfato, en conjunto con el gusto.
Como si fueran orcas cazando lobos marinos patagónicos
En el año 2012, se publicó un trabajo en la revista PLOS que informaba la ocurrencia de un comportamiento de caza, análogo a la pesca intencional de mamíferos marinos, en una especie de pez de agua dulce. Eran siluros cazando palomas terrestres.
“Las estrategias de comportamiento desarrolladas por los depredadores para capturar y matar a sus presas son fascinantes, especialmente para los depredadores que buscan las presas en, o más allá, los límites de su ecosistema”, comentan en el artículo.
Investigando, parece que los siluros no son muy amigos de las aves acuáticas. Según otras investigaciones, la abundancia de aves acuáticas, especialmente las anátidas, es significativamente menor en embalses con siluros, lo que sugiere un impacto ecológico directo, o bien que las aves han aprendido a evitar las zonas donde se ha introducido esta especie. Lo sorprendente es que, en este caso, hablamos de un ave terrestre como la paloma. El siluro sale del agua para atraparlas. Veámoslo:
.
.
Así, cual orcas cazando lobos marinos en la Patagonia, los siluros de Albi se aprovechan de las palomas distraídas.
Las ciudades son ecosistemas atestados de especies que se adaptan y conviven. No es necesario salir de las mismas para ver las interacciones que existen entre ellas. En las ciudades también hay que estar atentos.
Bibliografía consultada:
-Cucherousset J, Boulêtreau S, Azémar F, Compin A, Guillaume M, et al. (2012) “Freshwater Killer Whales”: Beaching Behavior of an Alien Fish to Hunt Land Birds. PLOS ONE 7(12): e50840. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0050840
-Carol, J., García-Berthou, E. (2010). Siluro – Silurus glanis. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Elvira, B. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
-Carol, J., Benejam, L., Benito, J., García-Berthou, E. (2009). Growth and diet of European cafish (Silurus glanis) in early and late invasion stages. Fundamental and Applied Limnology, 174: 317-328.