Coche eléctrico: la ciudad te espera

Si bien existen varios factores detrás de la contaminación del aire que respiramos en las ciudades, una de las principales causas de esta polución proviene de la combustión de los vehículos. Los autos eléctricos podrían ser una alternativa limpia a este problema.

Tiempo de lectura: 5 minutos

Si tomamos los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 8.219 muertes diarias en todo el mundo están relacionadas con la exposición a la contaminación de aire de exteriores. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en Europa, la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental individual para la salud y causa cerca de medio millón de muertes al año. Además, el 92% de la población mundial vive en lugares donde no se respetan las directrices de la OMS sobre calidad del aire.

Si bien existen varios factores detrás de la contaminación del aire que respiramos en las ciudades (calefacciones, industrias, etc), una de las principales causas de esta polución proviene de la combustión producida por los millones de coches que circulan por calles y avenidas de un extremo a otro del planeta. Éstos emiten principalmente dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), hidrocarburos no quemados, compuestos de plomo, óxidos de azufre (SOx) y material particulado. Llamativamente, los vehículos diésel, si bien emiten menos CO2, constituyen la principal fuente de contaminación en las ciudades ya que generan dióxido de nitrógeno (NO2). Éste, junto con otros óxidos de nitrógeno son peligrosos para la salud humana, y pueden afectar otros componentes de la biosfera como plantas y animales. En el año 2012 la OMS elevó al nivel 1 (productos cancerígenos) a los productos de combustión del diésel. En ese nivel se encuentran también el amianto, el benceno, el formaldehído y la radiación solar. Todas estas emisiones contribuyen al aumento del efecto invernadero, la formación de lluvia ácida y el smog fotoquímico.

Afortunadamente no todas son malas noticias. Actualmente, se está iniciando un cambio en la forma de movernos dentro de las ciudades que, con toda seguridad, va a dar lugar a urbes más limpias, con cielos más despejados y libres de partículas contaminantes. Este hecho no es otro que la aparición de modelos de coches eléctricos a precios competitivos.

El vehículo eléctrico como vector del cambio

Un coche diésel normal emite unos 100 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. La mayoría de los coches recorren una media de 15.000 kilómetros al año. Esto quiere decir que cada coche emite 1.500 kilos de CO2 a la atmósfera en un año. Si nos fijamos en la imagen de abajo nos podemos hacer una idea de la cantidad de humo denso y nocivo que esto supone.

Emisión de gases por el tubo de escape del coche (Créditos: Simone Ramella/flickr).

¿Se puede afirmar que un vehículo eléctrico no genera ninguna emisión dañina al medio ambiente?

Actualmente no, si tenemos en cuenta que la energía eléctrica que consumen este tipo de coches proviene de fuentes tanto renovables como no renovables. Sin embargo, la tendencia en las sociedades desarrolladas es invertir en fuentes de energías renovables sostenibles.

El coche eléctrico se plantearía así como la “solución” definitiva para reducir drásticamente la contaminación en las ciudades. ¡Sería posible vivir en una ciudad limpia de CO2 en la que nuestros hijos puedan jugar al aire libre sin peligro de estar respirando miles de partículas nocivas para sus jóvenes pulmones!

Entonces, ¿cuáles son los principales obstáculos que impiden que el consumidor prefiera un coche de combustión a un utilitario eléctrico?

En la actualidad, podemos hablar de dos grandes obstáculos: el precio y la autonomía del coche eléctrico.

El precio de los vehículos eléctricos es el principal elemento por el que todavía no hay una adopción mayoritaria por los conductores. En la actualidad un vehículo eléctrico cuesta en torno a 10.000 € más que ese mismo vehículo con motor de combustión interna. A este importe habría que restar unos 5000 € que algunos gobiernos como el español dan como subvención a la compra del vehículo eléctrico.

Coche eléctrico (Créditos: opengridscheduler/flickr).

Teniendo en cuenta que un vehículo eléctrico consume más o menos 1,5 € en electricidad cada 100 kilómetros, mientras que uno de combustión difícilmente bajará de los 5 o 6 € a los 100 kilómetros, la gran mayoría de los conductores acabarán ahorrándose en combustible más que el sobreprecio de un coche eléctrico con total seguridad.

Si a este ahorro le sumamos que la duración de un motor diesel (400.000 km) es mucho menor que la de un motor eléctrico (1 millón de kilómetros), el vehículo eléctrico será mucho más rentable para gremios que hacen muchísimos kilómetros al año como los taxistas o comerciales.

Una vez que hemos analizado el primer problema vayamos a por el segundo posible freno a la implantación masiva del coche eléctrico.

La autonomía de los vehículos eléctricos no sobrepasa los 300 kilómetros lo que los hace ideales para un ciclo de uso urbano, pero insuficientes para efectuar un viaje con garantías. En la actualidad hay prototipos que sobrepasan los 500 kilómetros de autonomía, pero la producción de éstos no llegará hasta el año 2020. El precio de las baterías, que es el elemento más costoso del coche eléctrico, está descendiendo a buen ritmo y se estima que para dentro de un par de años los eléctricos puedan competir en precio con los de combustión interna.

¿Cuánto falta para ese futuro idílico en las ciudades?

Depende de la voluntad de los Gobiernos de los diferentes países. Estos son los responsables de impulsar las medidas necesarias tanto en legislación como en infraestructura (red de recarga de vehículos eléctricos) que faciliten el uso generalizado del vehículo eléctrico. Por otro lado, es de vital importancia una concienciación ciudadana capaz de optar por un desarrollo sostenible en nuestras sociedades.

Bibliografía consultada:

-OMS Comunicado de prensa 27 DE SEPTIEMBRE DE 2016 La OMS publica estimaciones nacionales sobre la exposición a la contaminación del aire y sus repercusiones para la salud.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía

-Environmental Chemistry, 5th edition (Baird, Cann )

-Debra T. Silverman, Claudine M. Samanic, Jay H. Lubin, Aaron E. Blair, Patricia A. Stewart, Roel Vermeulen, Joseph B. Coble, Nathaniel Rothman, Patricia L. Schleiff, William D. Travis, Regina G. Ziegler, Sholom Wacholder, Michael D. Attfield; The Diesel Exhaust in Miners Study: A Nested Case–Control Study of Lung Cancer and Diesel Exhaust, JNCI: Journal of the National Cancer Institute, Volume 104, Issue 11, 6 June 2012, Pages

Autor:

Carlos Comeche Fernández.

Licenciado en Administración de Empresas. Curioso y apasionado por las nuevas tecnologías y la movilidad eléctrica.

Colaborador de España.

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