Las hormigas son unos insectos que viven en colonias muy organizadas, tanto para la obtención de recursos como en su defensa. El ataque producido por un ejército de hormigas contra cualquier animal puede resultar fatal para el mismo, ya que muchas muerden con potentes mandíbulas y pican, pudiendo inyectar veneno y un potente químico denominado ácido fórmico (corroe los tejidos). Por ello, los miembros de un hormiguero se encuentran bajo la protección de un ejército implacable y bien armado.
Por otro lado, la araña saltadora (Myrmarachne formicaria) es un arácnido (¡no insecto!) que caza principalmente insectos para alimentarse. Físicamente se parece a una hormiga, ya que su cuerpo es más alargado de lo normal para una araña, sus patas no son excesivamente largas y presenta unos grandes quelíceros (colmillos) que se asemejan a las potentes mandíbulas de las hormigas.
Esta araña vive en el interior de los hormigueros, entre las hormigas. Siendo muy importante destacar que si fuese reconocida como un miembro ajeno a la colonia fórmica sería eliminada al momento por todo un ejército. Entonces, ¿por qué arriesga su vida la araña? Vivir dentro del hormiguero le da una seguridad que jamás podría obtener en el exterior. Fuera puede ser fácilmente atacada por avispas, pájaros y otras arañas que jamás se atreverían a entrar en el hormiguero. Además, durante la noche, la araña caza las hormigas que necesita para sobrevivir, teniendo a su disposición miles y miles de posibles presas indefensas.
Pero la estrategia para pasar desapercibida y camuflarse dentro del hormiguero no puede ser simplemente parecerse un poco a una hormiga. No debemos olvidar que los insectos tienen 6 patas y 2 antenas, mientras que las arañas tienen 8 patas y ninguna antena. Es aquí donde la araña ha desarrollado sus amplios dotes como “actriz”, interpretando a la perfección el papel de hormiga. Cuando se encuentra con hormigas dentro del hormiguero, la araña levanta sus patas delanteras y las mueve como si fueran las antenas de las hormigas, en busca de las feromonas (olores) con las que se comunican entre ellas. Además, ha aprendido a copiar la forma de caminar de sus caseras, de forma muy inquieta, agitando mucho la cabeza y caminando con movimientos en forma de zig-zag.
Toda una interpretación digna de un Oscar, de la cual la araña obtiene un premio muchísimo mejor, sobrevivir.
Bibliografía consultada:
-Shamble, P. S., Hoy, R. R., Cohen, I., & Beatus, T. (2017, July). Walking like an ant: a quantitative and experimental approach to understanding locomotor mimicry in the jumping spider Myrmarachne formicaria. In Proc. R. Soc. B (Vol. 284, No. 1858, p. 20170308). The Royal Society.