Año tras año el ciclo se repite: durante la estación húmeda, ellos pondrán huevos en el fondo de la charca; luego seguirá la estación seca, en la cual morirán y sus descendientes permanecerán allí en el terreno enlodado casi sin agua, en estado de latencia. Al llegar las lluvias, las charcas volverán a resurgir y los embriones adormecidos y enterrados se “reactivarán”, eclosionarán y comenzarán a crecer para luego volverse adultos, reproducirse e iniciar nuevamente el ciclo. Nunca conocerán a sus progenitores; son una nueva generación que ha “nacido del fango”.
¿De quienes estamos hablando?
Nos referimos a los peces conocidos vulgarmente como Killis anuales que habitan mayoritariamente América del Sur y África y pertenecen al orden de los Cyprinodontiformes, compuesto por especies consideradas “reyes de la subsistencia”. Los organismos de este orden son muy diversos en cuanto a sus ciclos vitales y costumbres reproductivas. En el caso particular de los killis anuales se trata de organismos ovíparos, es decir, que se desarrollan a partir de huevos.
¿Por qué anuales?
Pues porque efectivamente viven tan solo un año y los descendientes de las distintas generaciones generalmente nunca conviven unos con otros. Durante la temporada de lluvias, los adultos desovan en aguas temporales huevos resistentes, capaces de sobrevivir en un estado de latencia enterrados en el fango. Dicho estado les permite permanecer por periodos prolongados y bajo condiciones adversas. La eclosión o ruptura de la envoltura protectora del embrión se produce normalmente durante la próxima temporada de lluvias, aunque puede retrasarse más de un año. Ese estado de latencia reversible se denomina Diapausa, y no solo ocurre en estos peces, sino que es un mecanismo ampliamente distribuido entre distintos órdenes dentro del reino animal. La diapausa es una forma de adaptación al medio. Sucede en ecosistemas donde el agua o el alimento se encuentran disponibles por poco tiempo o la cantidad de los mismos cambia con el tiempo, por ejemplo, las sequías.
¿Que tienen de particular estos embriones adormecidos?
Los embriones disponen de una cubierta protectora o corion muy resistente y son capaces de atravesar esta fase de letargo (diapausa) de tiempo variable, que puede ir desde semanas hasta muchos meses. Al entrar en diapausa, independientemente del período del desarrollo embrionario en el que se encuentren, estos organismos experimentan una detención en dicho desarrollo y una drástica disminución en su actividad metabólica. Mientras se mantengan con un mínimo de humedad, continuarán siendo viables.
Tras este periodo de dormición, al recibir estímulos como la rehidratación y ciertas temperaturas, se produce la eclosión y aparecen los alevines que comenzarán un nuevo ciclo.
Es importante mencionar que la diapausa difiere de la quiescencia, condición en la cual el desarrollo en cualquier estadio es temporariamente inhibido por condiciones ambientales desfavorables.
La diapausa es una detención del desarrollo del embrión producida exclusivamente por factores internos (establecida perfectamente en la especie). Comienza antes de que las condiciones ambientales adversas aparezcan y aunque el factor desencadenante del proceso sea ambiental, la misma ocurre pero siempre tras haber pasado un periodo preestablecido. Hay factores externos que anuncian que vendrán condiciones adversas, como por ejemplo la humedad relativa, y por lo tanto el animal entra en diapausa. Como si existiese una especie de detector que activa un futuro interruptor.
Los killiapasionados
En distintos lugares del mundo existen muchos aficionados a este tipo de peces, no solo por sus particularidades, sino también por su enorme belleza y diversidad en cuanto a morfología y colores. Año tras año, sus miembros realizan expediciones a diferentes lugares para recolectar ejemplares adultos que luego mantendrán en sus acuarios hogareños, con sencillas instalaciones, e incluso pudiendo lograr que se reproduzcan en cautiverio.
Este hecho y la particularidad de que los embriones requieren niveles mínimos de humedad para continuar siendo viables, convierte a estas especies en «fácilmente transportables”, permitiendo a los aficionados de la acuariofilia mundial intercambiar turbas que contienen huevos, y enviarlos por correo dentro de un sobre sin necesidad de reservorios de agua.
Si bien en la naturaleza estos animales suelen perecer al llegar la estación seca, pueden ser mantenidos vivos en acuarios por períodos de tiempo más prolongados. Sin embargo, a pesar de poder prolongar su vida en condiciones artificiales, estos organismos suelen tener un programa genético el cual orquestaría el comienzo del envejecimiento, pasado el año.
Debido a esto último, a la particularidad de su detención programada en el desarrollo embrionario (diapausa) y a su capacidad de supervivencia ante condiciones adversas, estos organismos son muy utilizados por diversos grupos de investigación en el mundo. Ya sea para estudiar mecanismos de envejecimiento, así como también mecanismos de control y preservación embrionarios. Por ejemplo, actualmente los peces del género Nothobrancius están comenzando a ser implementados como modelo experimental para estudiar el envejecimiento, ya que es el vertebrado con la longevidad más corta del reino animal; su ciclo de vida es de tres meses.
Para terminar, te dejo este video donde podrás conocer a un grupo de investigación uruguayo que trabajan con peces anuales.
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Bibliografía consultada:
-Nelson, J. S. (2006). Fishes of the World., 4th ed. John Wiley & Sons. Hoboken.
-Wourms, J. P. (1972). The Developmental Biology of Annual Fishes. J. Exp. Zool 182: 389-414.
-Lopes, F., Desmarais, J. A., & Murphy , B. D. (2004). Review: Embryonic diapause and its regulation. Reproduction 128 669–678.