Hasta ahora solo eran rumores. Nadie los había visto volar, pero por fin se tienen pruebas. Un grupo de científicos japoneses lograron registrar las primeras imágenes de estos curiosos animales que, además de nadar, ¡vuelan!
En julio del 2011, el Dr. Yamamoto y su equipo rastrearon desde su barco unos 200 calamares (de la Familia Ommastrephidae) en pleno océano Pacífico, a unos 600 kilómetros de la costa este de Tokyo. Cuando su barco estuvo lo bastante cerca, estos pequeños calamares de sólo 20 centímetros de largo, escaparon como cohetes. El estudio, basado en fotografías, estima que pueden alcanzar una velocidad de hasta 11,2 metros por segundo.
El calamar normalmente nada hacia atrás a través del agua utilizando sus aletas. Usando propulsión a chorro potente, algunas especies son capaces de salir del agua y flotar en el aire, un comportamiento aparentemente común que se observa en todos los océanos del mundo. Sin embargo, la observación científica directa es poco frecuente, con la mayoría de estudios basándose en pruebas anécdotas y poca documentación fotográfica.
Evidencias científicas
Una de las primeras evidencias del comportamiento de estos animales fue allá por el verano del 2001. Cerca de la costa norte de Jamaica, los calamares voladores sorprendieron a una navegación de la bióloga marina Silvia Maciá. Al principio, pensó que eran peces voladores gracias al comportamiento común y bastante descrito en este grupo de animales, pero luego advirtió que eran cefalópodos en el aire, un calamar del tipo “caribe arrecife” (Sepioteuthis sepioidea).
Descripción de su vuelo
Los investigadores japoneses pudieron hacer una descripción detallada del vuelo y definieron cuatro fases: lanzamiento, chorro, vuelo a vela y buceo. Durante el vuelo, el calamar puede activamente cambiar su postura aérea y actitud dependiendo de la fase de vuelo y la distancia desde el agua. El presente estudio demostró que la fuga de calamar no es simple deslizamiento después de la salida accidental del agua, sino que implica la propulsión a chorro, la generación de fuerza de sustentación y control de posturas corporales diferentes, en diferentes fases de vuelo, que han evolucionado para mejorar escapar de los depredadores.
Fuentes consultadas:
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Mola mucho estos calamares