A principios del mes de septiembre (2015), mientras asistía a un curso de Gestión Ambiental, tuvimos que preparar una exposición sobre el tema ‘Desarrollo Sostenible’. Diseñamos el trabajo y nos planteamos ciertas preguntas. Después de horas de investigación, llegamos al índice de sostenibilidad de Dow Jones (Sustainability Index). Queríamos saber ¿cuál era la empresa más sostenible del mundo?
En ese momento (11/09/2015), se posicionaba como primera a la automotriz alemana Volkswagen (desde ahora «VW.»). Menos mal que capturé la pantalla porque las cosas cambiaron y mucho.
Durante la preparación del tema en cuestión y, sin saber del escándalo en puerta, buceamos por las webs de esta organización, leímos su política ambiental, su misión, sus objetivos, e incluso nos descargamos sus declaraciones ambientales y toda la documentación ambiental disponible. Guardé los documentos para tenerlos como ‘referencia’, ya que me sorprendía mucho que una automotriz sea ‘la empresa más sostenible del mundo’. ¡Eso tenía mucho mérito! (pobre ilusa…).
La última vez que revisé la página web del Indice de Sostenibilidad de Dow Jones (14/01/2016) decía que la “empresa más sostenible” del mundo estaba “bajo investigación”… ¿Cómo te quedas con esto?
Total, que todo era una farsa. El 18 de septiembre la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) anunciaba que VW. burló las pruebas de emisiones de varios modelos de coche, a través de manipulación de sus softwares. Aparentemente son varios los modelos afectados y varios los años de engaño. En la página web de la EPA se pueden ver los modelos y las fechas. Además hay una serie de FAQs que se pueden consultar, sobre las implicancias de este fraude descomunal. En este artículo puedes enterarte los detalles del caso.
¿Sabremos la verdad algún día?
Desde ese día, constantemente se publican noticias nuevas sobre el escándalo. Que si ya se había denunciado años antes, que si fue idea de unos pocos ingenieros de la organización, que si dimite tal, que si fue “una cama” de la competencia y los mercados, que si hay más modelos implicados y no solo de gasoil, bla bla bla. A mí me da igual. Éste es el caso más escandaloso que ha salido a la luz sobre cómo nos cagamos burlamos en el del Medio Ambiente, en definitiva, de cómo nos burlamos de nosotros mismos.
Sea la historia que sea, éste es un ejemplo de cómo nos montamos el show y que el «hambre» por el dinero a cualquier coste, sigue siendo nuestra esencia. Ya es tarde para que las cuestiones del medio ambiente sean prácticas voluntarias o un plus para la imagen corporativa. El caso Volkswagen es una burla exagerada y pone en evidencia la farsa de nuestro discurso. Por cierto, no sólo VW. «dibuja» sus valores de emisiones. No te pierdas este artículo de BallenaBlanca.es.
En resumen, esta automotriz alemana se jactaba de ser la “más sostenible del mundo” y mientras… sus ingenieros trucaban sus softwares para mentir sobre las emisiones de sus coches. Además, no hay que dejar de destacar lo siguiente: quienes tenían que controlarlos fallaron, y fallaron durante años.
Estemos atentos a ver cómo termina el caso. O no… olvidémoslo todo y sigamos comprando coches Volkswagen : (