El vuelo de colibrí

Su capacidad de vuelo y la rapidez de sus maniobras son características que han atraído desde siempre a los biólogos. Los colibríes, las únicas aves que pueden volar a la velocidad de 12 metros por segundo…

Tiempo de lectura: 3 minutos

Aparece súbitamente y sus maniobras son tan rápidas que, si lo vemos, nos parece que está suspendido en el aire, como si no tuviese alas. Nuestro ojo no puede seguir su aleteo y cuando intentamos entender lo que ocurre, desaparece el pequeño colibrí.

Aves en miniatura

Colibrí portada 300x200
Créditos likeaduck/Flikcr.

Los colibríes pertenecen a la familia Trochilidae y son un caso extremo dentro de los vertebrados por su capacidad locomotora y metabólica. Constituyen una de las familias más grandes y diversas dentro de las aves, ya sea por su morfología, fisiología o por su comportamiento. Hay descritos más de 100 géneros y más de 300 especies distintas.

Son diurnos y se alimentan durante todo el día, con el pico de actividad al amanecer y al atardecer.

Créditos: Todd Morris/Flickr.
Créditos: Todd Morris/Flickr.

Se alimentan principalmente de néctar (fuente energética que se compone básicamente de agua y azúcares, aunque también incluye pequeñas cantidades de algunos aminoácidos, proteínas, grasas y minerales) pero también pueden incluir pequeños insectos. La forma de sus picos (alargados o cortos) están adaptados a las flores que frecuentan y ecológicamente cumplen un rol fundamental en la polinización de las plantas.

Pueden llegar a beber una cantidad de néctar igual a su peso corporal al día. Por otra parte, obtienen aminoácidos de las proteínas del polen y de los insectos que capturan. Cuando el néctar es escaso, se alimentan de la savia de los agujeros de los árboles.

Phaethornis ruber (Créditos: Joao Quental/Flickr).
Phaethornis ruber (Créditos: Joao Quental/Flickr).

Son pequeños, muy pequeños y algunos no llegan a pesar ni dos 2 gramos, como las especies Phaethornis ruber (foto) y Mellisuga helenae.

Super-veloces

Su capacidad de vuelo y la rapidez de sus maniobras son características que han atraído a los biólogos. Su capacidad de suspensión es una de las características comportamentales más sobresaliente de los colibrís. Esta capacidad implica habilidades notables para alterar la velocidad de vuelo, la trayectoria y la orientación del cuerpo. Son las únicas aves que pueden volar a velocidades de 0 (¡flotar!) a más de 12 metros por segundo.
Volar con esta rapidez tiene efectos fisiológicos, como por ejemplo la alta frecuencia cardíaca. En las especies más pequeñas, el corazón puede latir entre 70 a 80 veces por segundo, mientras que en los más grandes entre 10 a 15 por segundo.

Debido a su alta tasa metabólica y el costo de su vuelo veloz y activo los colibrís permanecen posados casi el 70% de su tiempo, en promedio. Con el fin de ahorrar energía durante las noches frías, los colibríes entran en letargo, disminuyendo su metabolismo (su temperatura corporal baja, y sus frecuencias cardíaca y respiratoria disminuyen).

Disipando el calor durante el vuelo

Los animales que vuelan generan grandes cantidades de calor, que debe ser disipado para evitar un ‘sobrecalentamiento’. En las aves, la disipación de calor se complica por sus plumas, puesto que éstas cubren la mayoría de la superficie corporal e impiden o retardan la pérdida de calor.
Entonces, ¿cómo regulan este ‘sobrecalentamiento’? Un trabajo publicado por Royal Society analiza la disipación del calor de la especie Calliope selasphorus mediante filmaciones de alta resolución infrarrojas. Los resultados demuestran que el colibrí utiliza sus regiones sin plumas para regular la temperatura corporal durante el vuelo, en particular la región axial de sus alas, sus patas y los ojos. No te pierdas este video donde se muestran las filmaciones que analizaron los investigadores.

Bibliografía consultada:

-Animaldiversity.org
-The ecological and evolutionary interface of hummingbird flight physiology. Journal of Experimental Biology 2002 205: 2325-2336.
-Heat dissipation during hovering and forward flight in hummingbirds. doi: 10.1098/rsos.150598

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

  Acepto la política de privacidad

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Esta web usa cookies propias y de terceros (tipo analytics) que permiten elaborar información estadística y conocer tus hábitos de navegación. Si continuas navegando, aceptas su uso. Puedes cambiar su configuración, desactivarlas u obtener más información siguiendo este enlace: Más información y Política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies